Charlie Hebdo, el semanario satírico francés que fue víctima de un ataque nunca fue ambiguo cuando se trató de fustigar a las religiones, y en especial al Islam radical. Desde la publicación de las caricaturas de Mahoma que provocaron disturbios en Oriente Medio en 2005 hasta una edición especial con el título “Sharia Hebdo” y la inclusión del profeta del Islam en su colofón como editor jefe, la revista ha parodiado repetidamente a los musulmanes y sus creencias.
La revista de izquierda le ha tomado el pelo también a otras religiones, como a la Iglesia Católica cuando estuvo asolada por los escándalos de abusos sexuales a menores, pero aún así dedica todavía más espacio a burlarse de políticos de derecha e izquierda.
Sin embargo, han sido sus ataques a los musulmanes los que han despertado más controversia e incluso un juicio por racismo y un ataque incendiario en 2011 tras la edición “Sharia Hebdo”. “Hebdo” es un término coloquial francés para referirse a un semanario y “sharia” se refiere a la ley islámica.
La revista se ha reído además del velo de las mujeres musulmanas y ha ridiculizado a los extremistas islámicos. En una edición con las caricaturas danesas mostró un dibujo de Mahoma en la portada llorando, con un globo en el que se lamentaba. “Es duro ser amado por idiotas”.
Horas después del tiroteo, la policía aún no tenía información sobre los tres atacantes, pero la suposición generalizada en París es que se trata de extremistas musulmanes en represalia por los años de críticas a su fe.
La Policía dijo que el semanario había recibido amenazas en las últimas semanas y que tenía protección policial permanente.
En el lugar, el imán de París Hassan Chalgoumi dijo sobre los atacantes: “debemos ser firmes con ellos, porque quieren el terror, quieren el racismo, quieren enfrentar a la gente”.